¿Qué es un ciudadano del mundo?
Un ciudadano del mundo activo no solo adquiere conocimiento pero también rompe estereotipos y aprecia la diversidad. Además, es solidario, está dispuesto a comunicarse y controla las habilidades interculturales, como la resiliencia y la flexibilidad. Como pensador crítico, domina el lenguaje, respeta a los demás, practica la autorreflexión y se compromete con otras personas y con el futuro. Pero un ciudadano del mundo reconoce sobre todo la conexión en la diversidad, participa a nivel global y local y pone los eventos en una perspectiva global.
Nuevas formas de cooperación
Cada vez más se trae la experiencia del Sur al Norte para dar una respuesta a los desafíos (educativos) internacionales. Gracias a una hermandad escolar, intercambias experiencias a través de las fronteras y contribuyes a la capacitación profesional de profesores dentro de una red de aprendizaje entre el Norte y el Sur.
Construyendo puentes juntos
Una hermandad escolar ayuda a tu escuela a establecer contacto con una escuela en Bélgica y construye un puente en constante evolución entre dos mundos (educativos). Tu escuela trabaja en diferentes competencias (específicas de la materia) dentro de un marco original. Una hermandad escolar no solo se profundiza en el conocimiento del país socio, sino que también crea solidaridad a través del contacto personal. Además, tus alumnos aprenden a apreciar la diversidad en su propio entorno y a tratar de forma respetuosa con las similitudes y diferencias de los demás.
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